Vivimos en una sociedad bastante curiosa, donde muchas cosas son vistas como peligrosas y casi nada está permitido, sobre todo en los temas infantiles. En los lejanos 70 las cosas no eran así, para muestra la típica colección de minerales (no de estos que venden en los coleccionables) sino conseguidos en los propios terruños o comprados en tiendas. Pirita y el tóxico mercurio con el que jugábamos como si fuera un ser vivo, por no hablar del azufe o los que tenían saborcillo y lamíamos sin ningún pudor. ¿Os imagináis hoy en día a los chavales jugando con mercurio en la mano? ¿o a vuestro hijo con pirita en los bolsillos? ¿O lamiendo un mineral salado de extraña procedencia?, jejejeje, así hemos quedado, mutantes perdidos.
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