Tras la decepción de un Makoki cerrado (sigh!) seguimos en la misma Plaza del Pino.
JUGUETES MONFORTE
Especialísima juguetería situada en la misma Plaza del Pino. Sigue respetando su estructura de escaparates bellísimos, de esos en los que los niños pegaban extasiados sus narices, cada uno de una temática, bien ordenada y llena de color. El interior es una delicia de estantes de madera, espacios de barajas, dados, techos llenos de juguetes colgando y mesas vitrina repletas de fetiches. Preciosos rótulos con dinujos de la postguerra. Conozco gente que ha encontrado superequipos Madelman en sus magníficas extantérías a finales de los 90.
POLICLINICA DE MUÑECAS, en la Galerías Maldá
Dejamos tras nosotros la Plaza del Pino y nos adentramos en la Calle con el mismo nombre, a la izquierda pasa inadvertido un pasaje llamado Galerías Maldá. En uno de sus vericuetos se encuentra esta especial policlínica de muñecas que es toda una visita temática. La encargada parece salida de una película de Tim Burton, porque parece una muñeca, jeje. Ropas, cabezas y si podéis, que os enseñe las cajas de ojos con contrapeso...
PALACIO DEL JUGUETE
Cerrando el ciclo de jugueterías extraordinarias, al lado de la Plaza de la Catedral encontramos, en frente del Museo Dalí este Palacio del Juguete. Pieza arqueológica de primera magnitud. Como en Juguetes Monforte encontramos una estructura de tienda y encargados más próxima a los 50 que al siglo XXI. Especializados en figuras de plástico, indios, vaqueros, caballeros y circo se entremezclan en las vitrinas del hall, indispensable.
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