Me encuentro hoy con ese regusto agridulce que le queda a uno cuando se ha pedido un plato selecto, de esos que cuando terminas te encuentras, por un lado sartisfechísimo y por otro desolado por que haya acabado.
Nunca podré agradecerle a mi amigo Guiile aquel primer envío de THE WIRE, de la primera temporada. Le conté que había estado en Baltimore un par de veces y me maldijo, se había enamorado, a través de THE WIRE, de la singular ciudad norteamericana. Desde entonces, comparto con él y con otro buen amigo conversaciones y puntos de vista en cada temporada que llega. Nunca he visto una serie como ésta, ni le he cogido tanto cariño a los personajes, ni me he visto tan involucrado en su desarrollo.
THE WIRE es una serie impresionante. Alejada de Hollywood, contada por un expoli y un experiodista, conocedores de manera concienzuda de los entramados de la ciudad de la costa este. Baltimore es una ciudad de 635.000 habitantes, similar a Zaragoza, pero con un 55% de habitantes negros. Con más de 15.000 casas vacías y un altísimo nivel de crimenes. THE WIRE trata en esta cuarta temporada sobre la educación y sus problemas en la ciudad, con diversas tramas que viven cada uno de sus excelentes personajes. Burrell, Omar, McNulty, Daniels, Lester, todos... todos son magníficos actores, creíbles, de verdad... los nuevos chavales incorporados este año, con su corta edad, te dejan con la boca abierta con sus interpretaciones... te crees THE WIRE.
Solo estoy deseando que llegue a mis manos la quinta temporada, es la mejor serie que jamás he visto... no es demagogia ni exageración... ni House, ni Mash, ni Hill street, ni ninguna otras le hacen sombra... Es dura, violenta pero con humor... te enseña las miserias y te muestra quienes son los verdaderos criminales en esta hipócrita sociedad en la que vivimos. *****.
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