viernes, 9 de abril de 2010
El Templo de Dongyue en Beijing
Es comprensible que cuando uno va a un país como China acabe un poco saturado de templos, templicos y demás.... no fue mi caso, de hecho considero una parte fundamental de la visita al país el conocimiento de los escasos reductos religiosos que quedan, tras el arrase de las gentes de partido.... sólo algunas personas inteligentes y algún monje avispado, con sus argucias y trucos consiguieron que curiosos espacios sobrevivieran a la excavadora y, hoy en día, aparecen curiosamente ubicados entre rascacielos y torres de pisos.
Mención especial merece el Templo de Dongyue, ubicado en la gran avenida Chaoyangmenwai Dajie. Es un templo taoísta, excepcional y curioso a más no poder. Construido en 1319 en la Dinastía Yuan. En 1949 la República Popular lo convertió en escuela pero en 1999 se restauró completamente y abrió de nuevo sus puertas. Lo más interesante son las innumerables pequeñas salas que rodean el patio central, con figuras del tamaño de un hombre, que simbolizan la sección y el tema a la que se dedica cada compartimento. Algunas son desagradables, fantasmas, decapitados, almas errantes, prostitutas, animales extraños, ladrones, faunos raros, las quince maneras de muerte violenta, oficiales corruptos, monstruos y seres de ultratumba.... todo ello en un recinto sin ningún visitante, fuera de cualquier ruta turística y con una preciosa zona de ofrendas.... una de esas grandes cosas que hay que buscar por cuenta de uno y que hacen el viaje diferencial.
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