Shanghai es una ciudad impresionante, con un skyline brutal, con un crecimiento imparable y loco y con valiosos ejemplos de la mejor arquitectura.
Hay calles y lugares en los que parece uno encontrarse en pleno New York, de hecho hay claros ejemplos de arquitectura realizada en épocas paralelas a la gran expansión de la Gran Manzana, y se nota. Luego, tras la marea roja, una gran ciudad gris que, desde hace 20 años, ha mutado de nuevo en espléndido monstruo de cristal y acero. Maravillosa la regeneración de Bund, barrio de clásicos edificios oficiales, fantásticos y ricos, reconvertidos en grandes bancos o tiendas de lujo, donde luce la mejor arquitectura de Asia de los primeros 30 años del Siglo XX.
En frente el brutal Pudong donde la Perla de Asia, y los dos monstruosos edificios nuevos de 86 y 101 pisos destacan como grandes totems, impresionante vista desde el Malecón, sólo por eso merece la pena el viaje. La Expo va a ser una Expo como la de Zaragoza pero... por 100?, otra historia y una esperanza de 70 millones de visitas, 90% de los propios chinos.
5000 rascacielos, sí, lo he escrito bien, 5000 rascacielos... un sin sentido, una forma loca de vida pero una brutal imagen en la retina.
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