CONSOLACIÓN, a delicious hotel

Soy partidario de visitar y disfrutar, cuando el bolsillo me lo permite, los establecimientos hoteleros que hay en Aragón que destacan no por su notoriedad, pero sí por ser diferentes, especiales y aportar sensaciones globales.

Siempre he dicho que prefiero una noche en este tipo de alojamientos que 4 en otro más "típico", pero eso es mi opninión particular. Hay momentos en que los hoteles han de ser prácticos y útiles, pero en circunstancias como éstas, en que el recinto es "centro" de la vivencia, tienen que ser únicos. Y así es este fantástico hotel llamado "Consolación" y sito en una deliciosa zona entre Alcañiz y Morella, en la provincia de Teruel. La zona es magnífica, con una naturaleza rebosante y múltiples lugares que visitar y degustar. Este tipo de hoteles (y se cumple en éste) saben "tocarte" todos los sentidos. Magnífico gusto en la decoración y el acondicionamiento, en este caso de una ermita y un espacio adjunto, reconvertidos en lobby, cocina, comedor y espacio de ocio. Las habitaciones, 10 en total, están ubicadas en unos cubos preciosos que se integran perfectamente en el lateral del bosque y que contienen, en su frontal, una magnífica cristalera que te permite disponer de una inmensa "televisión" que sólo transmite un canal las 24 horas, el fantástico paisaje de la zona... si a eso le añades una bañera de pizarra integrada en el mismo suelo de la habitación y una ducha de lluvia, pues poco más que añadir.

Sensaciones y sentidos... la vista, diseño, paisaje, naturaleza. Los olores, el campo, la leña, los pinares... el gusto, excelente cocina de mano de Gonzalo, un chef argentino que trabaja excelente, el tacto; pizarra, acero, hierro, roca, ... el oído, la nada, el silencio y buen jazz. A todo ello añadir el sensacional trato por parte de Gloria y Yolanda, gente sencilla y con buen gusto.... música adecuada y muy seleccionada, una buena biblioteca con curiosas piezas y la cercanía de lugares muy interesantes, como Morella, Peñarroya, Valderrobres, etc....

Un lugar, en Aragón, al que curiosamente van muy pocos zaragozanos, algo curioso, casi todos los clientes son catalanes y valencianos.... así que ánimo, y a descubrir este precioso y encantador espacio llamado CONSOLACIÓN.