Cuando todavía no he acabado el maravilloso ciclo de De Mille he iniciado otro, más corto y selecto, dedicado a Joseph L. Mankiewicz, un director que consigue que vea una y otra vez sus películas, todas ellas jalonadas de calidad y actores formidables. Hablar a estas alturas de "Eva al desnudo" es ridículo. Nos encontramos con una película "mayor", de las grandes, extraordinaria desde los créditos hasta el último plano. Eva al desnudo es una obra maestra sin paliativos alrededor de Broadway, la fama y las miserias que esta acarrea. Nominada a 14 Óscars (igual que Titanic), gozó del apoyo de la crítica, del público y de todos los festivales intenacionales. En el filme encontramos a Bettie Davis en impecable esplendor, majestuosa, diva, muñeco roto, con escenas tan imposibles e insuperables como ese diálogo en la cama en el escenario o el "numerito" de la fiesta (donde aparece una novata Marilyn Monroe en exíguo papel). Anne Baxter en el papel de Eve, el británico George Sanders (nacido en Rusia y fallecido en Castelldefels) magnífico (qué voz por favor, que dicción!) en su papel de crítico, excelente Gary Merrill en papel de partenaire de la Davis, la gran Celeste Holm en uno de sus roles característicos, el de digna y honesta mujer de su tiempo y la grandísima Thelma Ritter, secundaria de lujo (6 nominaciones al Óscar) malograda en su tiempo por un pronto fallecimiento. Todos ellos componen una amalgama de relaciones, interrelaciones, deseos y frustaciones donde sólo la Ritter cala de entrada a la pérfida y ambiciosa Eve. Película de mesilla, insuperable y digna de revisionado contínuo, por su mensaje, su honestidad, calidad de ejecución y trabajo insuperable de un grupo de artistas que jamás lucieron mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario