No había escuchado todavía este album de 2012 de la excelente y mítica banda Journey, su 14th album de estudio, el segundo con Arnel Pineda, el cantante filipino que quiere cantar como Steve Perry. La verdad es que el disco es un muy buen trabajo, algo pesado por momentos e intentando evocar los mejores pasajes de la gran banda. Neal Schon, omnipresente a la guitarra, quizás demasiado porque una banda de hard rock melódico como ésta agradece una menor producción y cierta sobriedad, teniendo los músicos que tiene. El trabajo de Castronovo a la batería es potente y redondo, el resto de la banda trabaja como siempre, aportando buenos coros y estupendas melodías. Lo de Pineda es una gran faena, porque es un gran cantante, sin duda, pero no es Steve Perry, que es una voz única en el planeta, con un registro vocal inabordable y una mesura y delicadeza en la modulación inimitable, por eso el bueno de Pineda lo tiene crudo. Si intentara ser él mismo y su jefe Schon le dejara le iría un poco mejor, pero las comparaciones son tan duras que es mejor olvidarse de Perry (difícil) y escuchar esta buena propuesta soft-rock.... aunque las guitarras de Schon cada vez sean menos soft, recordando un poco la tendencia de bandas como TOTO. Muy recomendable.
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