Intento evitar hacer posts "turísticos" e incluir imágenes y fotografías de espacios que podéis encontrar en otros sitios. No hablaré de la colina Wawel, ni del centro ni de las excelentes iglesias.
Traspasando el barrio de Kazimierz, al sur del centro (donde habitaban la gran mayoría de los judíos) se llega al río Vístula, cruzando el puente metálico que aparece en tantos documentales, llegamos al barrio de Podgórze, el lugar donde se habilitó el gueto judío que hemos visto en tantas películas y documentales, de nefasto recuerdo y terrible resultado.
El barrio está recibiendo un gran esfuerzo de recuperación, con muchos locales, intentando rehabilitar numerosos edificios de principio del siglo XX. La historia del barrio se remonta a la Edad Media, cuando era un asentamiento austríaco que llegó a ser ciudad, compitiendo con la propia Cracovia. Hoy en día ya se presenta inserto en la ciudad, se puede llegar paseando tranquilamente.
Los nazis crearon aquí el gueto judío en 1941, fue arrasado dos años más tarde. Merece la pena ver la Rynek Podgórski, plaza trapezoidal de antigua historia donde aparece la estupenda iglesia neogótica que la preside.
Pero un sitio digno de visita es la FARMACIA BAJO EL ÁGUILA, en la plaza Bohaterów, un pequeño museo creado gracias al apoyo de Polanski o Spielberg que sirve como recuerdo de aquellos años de ocupación. La farmacia fue regentada por la familia Pankiewicz, el hijo, Tadeusz, fue el único no judío que vivió en el gueto durante la ocupación alemana. Con la ayuda de tres farmacéuticos de suma confianza convirtió la farmacia en lugar clandestino de reunión y punto de apoyo a los judíos. Al final de la guerra, Tadeusz recibió la Medalla de los Justos de la ONU. La ocupación comunista cerró el espacio, que había sido nacionalizado convirtiéndolo en una cervecería y perdiéndose el mobiliario original, en 1983 se reabre como museo.
Es un bonito espacio lleno de alma.
Merece la pena pasear por las viejas calles, o comer en algún baratísimo restaurantillo local energéticos platos de la tierra. Con un poco de ganas y algo de astucia se puede encontrar el único trozo de MURO DEL GUETO que queda en pié, y sobrecoge la pequeña construcción, tan humilde, sobria y triste.
FÁBRICA EMALIA de OSKAR SCHINDLER.
A unos metros, en una zona de claro cariz industrial, se encuentra un espacio que el cine ha convertido, como le ocurrió a PETRA con Indiana Jones, en un icono de la supervivencia judía. La vieja fábrica Emalia, que Steven Spielberg hizo famosa en LA LISTA DE SCHINDLER, se encuentra en la calle Lipowa 4, y se ha reconvertido, inteligentemente, en un Museo de CRACOVIA BAJO LA OCUPACIÓN (1939-1945). El espacio merece muchísimo la pena. Ticket barato. Es un larguísimo recorrido a lo largo de una recreación de espacios, sensaciones, materiales y lugares de aquella Cracovia ocupada. Aquí antes se hacían objetos de estaño y otros materiales, hoy encuentras recreadas una casa de entonces, una peluquería, el despacho de Schindler, calles y habilitado, con inteligencia y pragmatismo, espacios donde se muestran objetos, papeles, materiales y detalles del bando alemán y de el día a día en Cracovia. Visita obligada para todos los públicos, hecho con recursos. Muy interesante.
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