La verdad es que me he quedado de piedra. Hace unos meses pudimos disfrutar en el museo de la DPZ de una eficiente y excelente exposición de materiales de los primeros años del cine en Aragón, todo ello parte de los fondos de la Cinematográfica Daroca, empresa de distribución cinematográfica aragonesa que, en aquellos tiempos sin televisión, movía celuloide por todo el territorio. Ante la no posibilidad de colocar la colección en ningún recinto, leo que se ha abierto un "Museo del Cine Mudo" en un local gastronómico en la Calle Lorenzo Pardo, raudo me acerca al recinto. Cual es mi sorpresa al encontrarme con un bar de barrio, honesto y decente como el que más, pero un bar de tapa y caña, que entre estufas, cámaras de frío, mesas de vermú y ventiladores ha "incrustado" máquinas centenarias, folletos de artistas de los años 20 y publicidad deliciosa de aquellos tiempos.... me he quedado de piedras. Se que la intención es buena y que cada uno hace lo que puede, pero da un vuelco al corazón al ver las otrora máquinas que entretenían a miles de personas colocadas en un bar, en tierra de nadie, ignoradas por todos y valoradas por casi nadie. Una comunidad merece lo que tiene, y en esta tierra pensamos que la maravillosa colección de Cinematográfica Daroca merece estar en un bar, digno como el que más, pero no un espacio destinado a este tipo de tesoros culturales.
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