El mal gusto de Paul Stanley, frontman de KISS, es legendario, pero siempre puede llegar a sorprenderte con una paso más allá. Para muestra un botón. Esta es la guitarra "personalizada" que el caballero venderá en el Kiss Kruise V a los 50 fans que quieran tener un meet & greet personal previo paso por una taquilla con un fajo de dólares que imagino de buen volumen. La Ibanez PS-10 (no se qué modelo usa ahora que ha recuperado el vínculo con la marca) es una guitarra de belleza incuestionable, pero la personalización hecha para tal evento consigue convertirla en un mal chiste. Vaya bodrio Sr. Stanley.
2 comentarios:
un poiiico hortera si que es si.
un abrazo!!!
un poco? madre mía.... es un horror, abrazos
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