La vida es una paradoja y los caminos del Señor son inescrutables. Empeñado estaba Neal Schon en reverdecer los antiguos ramajes de Journey y a ciencia cierta que el último disco de la mítica banda es excelente. Empeñado estaba Schon en conseguir el espíritu "Journey" perdido con la insufribe ausencia del gran Perry y busca que te busca incorpora a un señor filipino que canta como los ángeles y que clona al frontman....
Pero resulta que el batería de la banda, el amigo Castronovo, excelente músico y bestia corrupia en directo se monta un fenomenal trío con Doug Aldrich (Whitesnake, Dio) a la guitarra y el pieza Jack Blade de Night Ranger al bajo... un elemento con una buena voz de apoyo...
Pero la vuelta de tuerca final es que la banda de Castronovo suena más a Journey casi que los propios Journey.... potentes con la guitarra mas acerada y juvenil de Aldrich (sin ganas de protagonismo), la inesperada y excelente voz de Castronovo (ande buscabas Schon?) y una colección de canciones de hard rock melódico magníficas....
Un buen y sorprendente disco de estos excelentes Revolution Sains.
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