Espero que un pronto proyecto empuje al bonito Mercado Central de Zaragoza hacia el espacio que merece ser dentro de la ciudad. Un lugar de encuentro, de cultura gastronómica, donde el visitante pueda conocer nuestros productos, los locales podamos disfrutar de de calidad (ojo que ahora también la hay), en la compra y en el yantar, vamos un Mercado a la altura de la ciudad. Creo que se puede conseguir que se siga teniendo un comercio de cercanía pero adecuado a los tiempos y sobre todo, amable con el escenario que lo contiene, no los míseros e irrespetuosos pasillos abovedados actuales, angostos, impresentables, agobiantes e indignos con la noble arquitectura.
Hablamos de un Monumento Histórico Nacional desde la transición, construido por Félix Navarro siguiendo la moda de finales del XIX de construcción de mercados locales en hierro, de enorme espacio interior gracias a las posibilidades de las estructuras metálicas, desaprovechadas en la actualidad.
Dentro del Mercado hay un montón de bonitos detalles dedicados a la agricultura, el mercado y los productos, tanto en la propia arquitectura como en azulejos superiores, que no se aprecia ni valora, los visitantes simplemente lo ignoran.
Ojalá en breves este bello lugar pase a tener el protagonismo que merece, requiere una intensa e inteligente reorganización y volver a disfrutar de su altura y espacio.
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