Estos días, gracias a un querido amigo que ha pasado sus capítulos grabados en VHS a dvd, he podido ver (raro de encontrar) un fantástico abanico de episodios de Rising Damp, una serie británica de humor políticamente incorrecta de mediados de los 70, con un personaje sublime, como es el casero Rigsby, un auténtico impresentable, racista, cicatero, mentiroso y miserable, pero que se hace entrañable capítulo a capítulo. El doblaje español es sublime, de hecho es la misma voz de Homer Simpson, aplicada con una categoría inmejorable. Grandes momentos vividos siempre en el interior de la casa de alquilados, un elenco de personajes divertidos, únicos e inolvidables. Es curioso comprobar como las sit-com de este periodo, sobre todo las británicas, atesoran una capacidad de transgresión, acidez, dureza y valentía que poco se encuentra en la televisión actual, de enorme tibieza.
Aquí va Rigsby en uno de sus alardes racistas.
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