Symphony X es una gran banda con la que tuve un enorme y largo idilio hace unos años. Se mueven en territorios entre el metal progresivo y el power metal, ahí andan lo americanos. En sus últimos discos se habían endurecido y oscurecido, pero este nuevo trabajo que me hace llegar un querido amigo, además de estar excelentemente producido y contener maravillosos temas, se mueve en esa fina frontera que nadie como ellos domina y que les hace tener seguidores en diversos "bandos" metálicos. La voz de Allen, como siempre, suena excelente, las guitarras de Romeo exquisitas y, la base rítmica de Rullo y Lepond es una especie de maremoto implacable. Tuve la mala suerte de coincidir con ellos en un directo infame con un un sonido injusto, estoy deseando poder cruzarme de nuevo en su camino en un concierto digno, con este nuevo material más todo su bagaje anterior, seguro que podrán mostrar lo mejor de sí mismos live.
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