Bueno, sigue la sangría de ancestrales comercios con "sabor" y personalidad en el centro de nuestra ciudad. Carísimos alquileres hacen que poderosas franquicias se incorporen a locales que antes estaban habitados por clásicos comerciantes locales que llenaban de personalidad, buen hacer y especialización la posibilidad de compra. Tras el cierre de la sombrerería de la Calle Torrenueva, Hogar Moderno y la tiendas de Donuts, una de las mejores esquinas de la ciudad se queda practicamente sin oferta comercial. A ello sumamos el cierre de La Española, la esquina del Café y Té también sin habitante, la debacle de nuestro bello centro está servida. En 6 meses no reconoceremos la Calle Alfonso excepto por El Mañico y algún clásico más.
2 comentarios:
No solo en Zaragoza, es algo generalizado. No se tú, pero yo estoy de franquicias hasta...
Hasta el mismísimo gorro..... estandarización sin límites.... ahora para buscar algo especial hay que sacar pico y pala.... un abrazo Gutifa
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