A unas dos horas en coche desde Colombo, la capital, y al sur de la isla, se encuentra la preciosa de ciudad de Galle. Lo muy interesante de este lugar es su historia y su conservación. Fort Galle es la parte amurallada, fundada por portugueses y armada por holandeses, que han dejado su huela en las construcciones. Es una delicia pasear por sus calles ya que el 99% de las edificaciones están protegidas y, aunque alguna de ellas acoge tiendas, restaurantes o museos, el tono histórico se mantiene intacto. Un auténtico bastión anti piratas y anti tsunamis.
En su interior edificios oficiales de una autenticidad insuperable, como las notarías, policía, bufetes de abogados "al aire libre", partido de criquet casero de los chavales, colegios, el viejo hospital holandés, iglesias, el viejo faro.... una maravilla. Los novios pasean por la zona que bordea toda la fortificación debido a lo idílico de sus vistas... en los hoteles-boutique del interior solo extranjeros, los precios son europeos y un habitante de estas tierras no se puede permitir tal lujo. Una playita llena de locales donde los hombres bañan a su gusto y las mujeres se mojan los tobillos vestidas completamente... mayoría musulmana en un recinto donde conviven con cristianos, budistas y alguna etinia minoritaria en absoluta paz y buen ambiente.
Mañana haré una exploración más vivencial de la parte más autóctona.
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