Ayer encontré este viejo tebeo en una tienda local. Fue el tercer cómic de superhéroes que tuve, todo un enigma en sí mismo. Mi primer encuentro con MARVEL en los primeros 70 consistió en tres frentes, por un lado el viejo Spiderman, aquel maravilloso Peter Parker distinto a todos, y una épica batalla en la nieve contra Frankenstein y el Hombre Lobo, no se puede pedir más. La segunda pieza que me adentró en aquel maravilloso mundo de la mitología marveliana fue un gran Capitán América de Gene Colan, barriobajero, en un entorno suburbial de droga y callejón, nada que ver con las apocalípsis universales en el que el pobre Capitán, un tipo sin superpoderes, se debate en la actualidad. Y, para finalizar, este enorme drama con tres personajes siderales, un extraño Encapuchado, personaje de breve duración y triste presencia, un terrible Cráneo Rojo, repleto de cruces gamadas, repugnante en su totalidad, frente a un dolorido y complejo Doctor Muerte, todo ello en un poderoso blanco y negro, una epopeya formidable.
Me impactó este gran tebeo, siempre tendré a Cráneo Rojo y a Dr. Muerte, dos villanos terribles (no al nivel de Trump) entre mis preferencias. Siguen siendo los mejores villanos que un héroe puede tener para que su colección sea interesante.
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