Paseo ayer por las calles de Zaragoza, sin rumbo. Una tiendita aquí, un saludo allá. Mucho tiempo sin esas dos horas urbanas sin destino. Calles extrañas y visita a una tienda muy poco trotada por este que escribe, Excelsior Cómics. Típico lugar de encuentro de fans del tebeo y la cultura pop, con conversaciones en voz alta sobre Star Wars o el traje de Spiderman, muy divertido... yo escuchando en la otra punta, debates maravillosos en un mundo loco.
Pero lo mejor, este pobre tebeo de Werewolf, perdido en una esquina, con una de las portadas más evocadoras de aquellos 70.... enfrentando al Monstruo de Frankenstein con el temible Hombre Lobo. La fuerza de López Espí, elástica, el uso de color, sin tener ningún patrón de Marvel y con las prisas industriales de Vertice, es memorable.
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