"El Irlandés" es un milagro, en muchos sentidos, un gran milagro.
Poder disfrutar en 2020, rodeados de la penosa industria cinematográfica actual, de un producto de esta calidad, resulta maravilloso. Martin Scorsese, excesivo y barroco (en mi opinión) en algunas de sus últimas propuestas, se mide y controla, desde la verdad y la vuelta a la esencia, a lo tangible, para contarnos, a través de un sicario de la mafia, Robert de Niro, toda la guerra de poder entre la Mafia, los políticos y Hoffa desde finales de los 50 hasta la "jubilación" del protagonista.
Es una maravilla la mesura y elegancia de Joe Pesci, está impresionante, alejado de sus histriones, veteranísimo, profundo, lo dice todo sin decir nada. De Niro más De Niro que nunca... a pesar de esos arreglos digitales que el ojo humano (ya lo siento Sr. Scorsese) detecta al milímetro, y le quita realismo y verdad a la cinta, pero que se entiende como un juego teatral para ubicarnos en cada época. Pacino es Pacino, o lo amas o lo odias.... está maravilloso y, a veces, volcánico como sólo él saber ser de volcánico.... Keitel, pese a la brevedad de su papel, extraordinario y medido. Un grupo de malvados que, de verdad, entiendes, con el que empatizas y hasta coges enorme cariño, pese a ser sanguinarios y terribles, de libro.... el bien y el mal, la delgada línea entre la normalidad y el caos.
La orquesta de secundarios es fantástica, la dirección de arte impecable, el vestuario sublime... la música está metida con sabiduría, como siempre, los disparos suenan fríos, reales, tremendos, auténticos.... son como zarpazos ejecutores, sin ceremonia, pim pam fuera. Un guión excelente y una dirección de actores equilibrada calmando egos y representantes artísticos.
El equilibrio de los vínculos y las lealtades, la fina línea entre la vida y la muerte, la corrupción que asola un país que de demócrata tiene más bien poco, las mafias, los sindicatos corruptos, las guerras de poder, la miseria humana de los personajes, todo metidito en un poco más de tres horas.
"El Irlandés" es una jodida obra maestra de obligado visionado. El personaje de Pesci es memorable, inmejorable.... icónico, de principio a fin. Este proyecto, abanderado por De Niro es un milagro hecho a medida de sus protagonistas y que yo, como consumidor de cine, nunca dejerá de agradecerles.
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