La Diputación Provincial de Zaragoza y la Institución Fernando el Católico siempe han tenido mi admiración por cómo han sabido, con cariño, respeto y cultura, respetar (hasta donde han podido) los antiguos locales comerciales que utilizan como tiendas propias en Zaragoza.
Mención especial merece la antigua CASA ZORRAQUINO, en Cosa, 44. Antigua confitería y emblema de la marca chocolatera y guirlachera, mantiene su soberbia carpintería exterior (lástima haber perdido la rotulación) y piezas en su interior, restauradas con peor o mejor acierto. Dentro se pueden comprar cosas muy interesantes, como soberbia cerámica de Muel, piezas muy interesantes, y abundante y docta bicliografía de la provincia.
Un aplauso para la DPZ y la IFC.
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