Siempre que puedo y paso por el Parque Grande de Zaragoza me acerco a ver al viejo Neptuno, o Poseidón según sea usted afiliado a Grecia o Roma, y qué pena me da verlo en su triste situación, es unas de las estructuras que más me gustan de la ciudad.
Zaragoza no es ciudad amable con su patrimonio. Este fin de semana, sin ir más lejos, ha sido vandalizada la renovada Plaza de Santa Engracia. Los bonitos jardines arrancados y desperdigados por la plaza, en un alarde de brutalismo, ignorancia, falta de respeto y estupidez. En la ciudad disponemos de un digno número de afiliados al gamberrismo de boina y litrona, y la imbecilidad y campa a sus anchas.
El bueno de Neptuno vino a nuestra ciudad casi al principio del siglo XIX. Fue el profesor de la Escuela de Artes de Zaragoza, Tomás Llovet, encargado de realizar la obra que se mostraría en la actual Plaza de España (entonces de San Francisco). Para cuando se instaló carecía de agua corriente, un Neptuno algo falto de recursos. El grupo escultórico está basado en la el Neptuno de Pascual de Mena de Madrid, pero quizás en un escalón peor de calidad. Tiras y aflojas con el autor hasta su final acción acuática sobre 1845, siendo la primera fuente de la que dispusieron los habitantes de la ciudad. En 1902 fue sustituida por la de los Mártires, tuvo un periplo por almacenes municipales hasta acabar en 1946 (tras un par de breves ubicaciones) en la Glorieta de la Princesa, en el Parque José Antonio Labordeta, yo creo que un lugar digno por la historia que representa.
A cada uno de sus cuatro lados hay interesantes placas históricas que rezan lo siguiente:
1: "Se principió en 1833. Llegó el agua en 24 de julio de 1843 gobernando como Reina la que había sido jurada Princesa".
"Esta fuente de la Princesa se inauguró en la que hoy es Plaza de España. El 24 de julio de 1845. Fue desmontada el 18 de septiembre de 1902. A los 101 años vuelven a correr las aguas para mayor ornato de este parque. Zaragoza, 24 de julio de 1946".
2: "La sangre derramada Por religión y Patria en este sitio De mártires sin cuento La base riega de este monumento."
3: "Ni a mejor Princesa Ni a pueblo más fiel ni en suelo mas ilustre pudiera dedicarse esta memoria."
4: "Para eternizar el primer acto de fidelidad a Doña Isabel Segunda, como Princesa de Asturias. Zaragoza 1833."
En 2009, un grupo de impresentables robó el tridente y amputó el brazo de Rey de los Mares. No se ha dignado el Ayuntamiento a hacer lo que debiere, que es restaurar y devolver al bueno de Neptuno, un Dios golpeado y dolorido, a la digna posición que merece, no la actual a modo guardia urbano, aunque su brazo lo que intente sea calmar un mar revuelto... pero sin tridente y manco, no se si será muy respetado por las fuerzas de la naturaleza. La foto en blanco y negro en la vieja ubicación de Plaza de España es del archivo Foto Coyne.
2 comentarios:
Para mí este es uno de los mejores rincones del parque.
Desgraciada escultura, desgraciado ayuntamiento por no restaurar tan histórica obra y desgraciada Zaragoza por tener habitantes delincuentes e impunes.
Pues si, una desgracia todo, abrazos
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