EXPOSICIÓN DE MARK RYDEN. CENTRO DE HISTORIAS, DE ZARAGOZA

Sorpresiva e inesperada exposición de Mark Ryden en el Centro de Historias de Zaragoza, en mi opinión, de visita obligada para cualquier amanta del arte contemporáneo, de la cultura pop y de la ilustración.

La muestra está montada con finura sobre reproducciones digitales, litografías y copias numeradas (es normal, son piezas millonarias), pero aún así, son reproducciones hechas con tan buen gusto, calidad y exquisitez, que se goza casi igual. Enmarcadas con precisión de relojero, y, quizás, dispuestas de una forma algo abigarrada. 

El llamado surrealismo pop o arte lowbrow siempre me ha gustado muchísimo, pese a que toda la pandilla californiana de músicos y actores lo hayan llevado a una especie de de altar imposible que, quizás no le corresponde. Sí que es cierto que ese viaje por el país de las Maravillas que inició Ryden te conduce en un tren de chocolate burtoniano por todos los universos conocidos, desde los juguetes, el cómic, la cultura norteamericana, el espacio, las buhardillas escondidas, el circo, los monstruos de pesadilla, los pérfidos niños, los peluches complejos o el mismo Satán. Pero es ahí, en esos monumentos al surrealismo pop (una especie de versión edulcorada, infantil y norteamericana del Dalí más realista) donde radica ese éxito que tanto gusta en Estados Unidos y que ha creado escuela en todo el planeta y hecho millonario a Ryden, que, por una litografía de una serie de 500 te saca un riñón y medio bazo.

Muy bonito ese pequeño recorrido por portadas que tanto nos gustaron en su momento y que dispararon su fama. Al final se pueden encontrar algunas piezas de artistas en línea, como Marion Peck, RK Sloane (mucho más underground e incómodo) y Todd Shorr.

Aunque hay algo de Ryden que siempre me rechina, quizás lo acomodado que está. Le va bien y oye, mi aplauso (como se lo doy al gran Shag), pero quizás esperaría de la obra del de Oregón, un pelín más de tripas, saltar las líneas rojas que jamás traspasa. Es por sacar pelos a la calavera, si tienen un buen rato, pasen a disfrutar de Mark Ryden, una delicia gratis en estos tiempos de energía a precio de caviar.