Ya le han quitado el bonito neón y el derribo se aproxima, adiós a un espacio en el que el metro cúbico se ofrecía con jubilosa generosidad. Un solo habitáculo con un altura que brincaba los diez metros, bonita estructura metálica y una salida trasera que, gracias a Dios, se va a conservar. No la que muestro en la foto que será derribada. Un lugar perfecto para subir la presión a los neumáticos o hacer un buen lavado al vehículo. Bonitas paredes parciales en baldosa y maravillosa gráfica publicitaria con un mapa de carreteras pintado a mano haciendo mural. Otro tiempo en el que el espacio y las sensaciones eran diferentes.
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