Pequeño, rocoso y simple hasta el vómito, pero parte intrínseca de la cultura de la Alemania del Este. Fabricado en DDR hasta 1991, el pequeño Trabant era el coche que llevaba todo el mundo. Hay una importante cultura nostálgica en estas ciudades hacia los objetos y enseres de esa época. En este caso, el pequeño y sobrio cochecito se dedica a publicitar un puesto de un mercadillo navideño.
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