Después de más de 25 años escuchando a Frank Zappa no puedo menos que dedicarle unas pequeñas líneas. El 4 de diciembre se cumplieron ya 15 años de su muerte. Nacido en Baltimore en 1940 un cancer se lo llevó prematuramente dejándonos sin uno de los genios creativos del siglo XX, cantante, guitarrista, agitador social, bufón satírico, compositor de música de cámara y orquestal, antisistema Reagan, y creyente absoluto de que a través del rock se podía hacer algo para transmitir información, cultura y hacer pensar a la aborregada sociedad yankee. Son famosas su arengas en los conciertos para invitar a los jóvenes que participaran en las elecciones. Era el mayor de 4 hermanos y, a causa del asma que sufría, emigraron a L.A. siendo él un niño. A los 15 años había pasado por 5 escuelas distintas. Su padre era siciliano, químico, y esto influyó en mucha de sus obra (muffin man), las continuas referencias a la guerra bacteriológica, los laboratorios y demás. Su trabajo y su obra en un caleidoscopio de rock, avant-garde, psicodelia, opera rock, jazz fusion, reggae. Desde el comienzo su obra fue siempre vista desde la composición clásica, teniendo como referente a Igor Stravinsky y al músico que consideraba su maestro Edgar Varese, del cual hereda lo de la música sincopada y ultrarara. Creó y lideró The mother of invention, por donde pasó lo mejor del jazz de su generación, destacan Jean Luc Ponty, George Duke, Warren Cuccurullo y otros, no hay más que escichar los discos. Está enterrado en una tumba sin identificar en el Westwood Village Memorial Park en Westwood, California. Frank Zappa no es un músico fácil, hay discos muy duros, inaudibles para mi... pero tiene un grandísimo y enorme trabajo que es fabuloso, estética, sonora, creativa, satíricamente brutal. Es uno de los grandes artistas del siglo XX, no se que habría hecho hoy en la sociedad actual con Mr.Bush por ahí rondando, pero seguro que lo habríamos visto en más de una cadena televisiva invitando a la revolución. Nunca pude verle en directo, sí a su discípulo Steve Vai (otros derroteros musicales) y tampoco a su hijo que tiene un pequeño espectáculo musical homenaje a su padre. Os recomiendo, para estómagos delicados, un disco llamado Strictly commercial con una serie de canciones, no las mejores, pero sí un buen pedazo de material para acercarse al maestro. MUFFIN MAN!
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