miércoles, 10 de octubre de 2012
PEPE VIYUELA (CMU Las Armas Zaragoza 9/10/2012)
Hay algo universal en el espectáculo de Pepe Viyuela, y es que nos encontramos con slpastick en estado puro. Hablamos de la herencia de Charlie Chaplin, Buster Keaton, Fatty Arbuckle, Harold Lloyd y Mack Sennett, hablamos de un argumento sencillo y de el dolor, los golpes, el enredo propio de este subgénero del humor, tan maravilloso y difícil. Lo que más me gusta de esta "Encerrona" de Viyuela, además de su indudable calidad, es su universalidad. Todo el mundo puede disfrutar de estas dos horas de magia; niños y mayores, rusos y venezolanos, ellos y ellas, todos. Los coprotagonistas, la guitarra, la silla y la escalera, son utilizados con experiencia y veteranía por el maestro riojano como si estuviéramos en aquella televisión de Chicho que lo catapultó a la fama. Pepe recoge sus bártulos y vuelve a la arena con su viejo show, prodigioso a mi entender, delicioso, como una pequeña joya del arte escénico que de vez en cuando destapa para saboreo de los 150 tipos que allí reímos hasta el final. Fantástica la sala de Las Armas, primera fila y comodidad absoluta, disfrute de gruñidos, bufidos, dolores y payasadas de un clown máximo, que igual triunfaría bajo la carpa de un circo que en el escenario más elevado. Me parece dificilísimo lo que hace Pepe Viyuela y considero haber sido un afortunado al poder disfrutarlo así. Inolvidables esos momentos de rasgeo psicodélico de la guitarra, fabuloso ese hombrecillo mutado en gigante japonés, increíble ese jugueteo con el público, sensacional esa persecución de escalera. Menos es más, como siempre, y Viyuela es mucho más. Obra maestra del arte escénico, ¡bravo Pepe Viyuela!.
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2 comentarios:
Es cierto lo que dices.Cuando Viyuela hacia estos números con la escalera y la silla plegable de madera en el Un,dos tres,yo era un crío,y me partía de risa.Lo mismo que mis padres y mi hermano.Este humor es universal y gusta lo mismo al abuelo que un chavalín.
Ahora en Aida no me gusta absolutamente nada.
A ver si puedo pasarme para rememorar aquellas sesiones del viernes por la noche con la familia frente a la tele.
Jesús, hoy es la última sesión, no te lo pierdas, es una obra maestra. abrazos
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