Ahora que en Zaragoza es tan difícil encontrar lugares y bares con cierto toque retro da gusto redescubrir otros que han sabido conservarse impolutos. El Pink & Blue, ubicado en Residencial Paraíso e inaugurado en 1979 se encuentra en perfecto estado de revista y su dueño (muy amable y conocedor de la historia nocturna de la ciudad) ha sabido mantener el estilo y aroma de un espacio de los 80, con sus dorados, piel negra y rosa en paredes y decoración. Todo un viaje a 1979 lleno de clase y sapiencia. Ojalá dure mucho.
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