Una delicia. Me resulta emocionante y esperanzador que un tipo como Víctor Casanova, nacido en 1986, tenga a bien realizar una apasionante búsqueda en lo imposible, tras el mejor payaso del mundo, Marcelino. Un jacetano pequeño, portentoso como atleta, singular y mítico como rey del slapstick y la mueca.
El viaje es apasionante... la vieja Europa, Londres, New York, en aquel principio de siglo tan complejo. El proceso del payaso, el reto de ser un "augusto", cómo la risa pasa de moda y la crueldad de algunos destinos.
El libro de Casanova es maravilloso, emcantandor, docto pero pedante, todo un viaje en el tiempo.
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