Sasek es uno de mis ilustradores preferidos, gran influencia de muchos de los autores actuales que, directamente, clonan el innovador trabajo que hizo a mediados del siglo XX el genial checo. Dicen, dicen, que toda la ilustración actual (y lo comparto) mama y no es otra cosa que una continuación del genial trabajo que se parió en la Europa y Estados Unidos de los 50-60, y estoy totalmente de acuerdo.
Acudí ansioso a esta "exposición" en la Casa del Lector de Matadero Madrid lleno de alegría e ilusión por ver, en primer plano, cerquita, la técnica y originales del amo de la ilustración de viajes, pero vaya desencanto. Tres hileras de carteles digitales que, simplemente, exponen y muestran partes del trabajo del autor. Ni un original, ni un documento, ni una referencia. Decepcionante. Sasek merecía mucho más y espero que cuando le organicen una exposición sea como Dios manda, no esta castaña.
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