Hoy vendían esta maravilla en el rastro. El vendedor, por descontado, no tenía ni idea de que era el asunto. Se trata de un juguete alemán de los años 50-60, una auténtica preciosidad de la ingeniería alemana juguetera, el Motor Kit Gescha. Se vendía desmontado (Incluyo una foto de catálogo de la caja) y el chaval debía pasarlo bomba montando y desmontando un motor que gozaba (alucinen) de válvulas, embrague, cambio de marchas y todas las delicatessens. Funciona con una pila. Una joya.
2 comentarios:
Una puta joya, si señor. Enhorabuena si fue para casa.
No. La dejé allí, estaba incompleta, era dinero y no es mi universo. Aunque considero que es una pieza que puede estar en la mejor parte de la estantería del salón de una casa. Un abrazo
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