En Augustrasse 24 en Berlín permanece reconvertido en restaurante el Clärchens Ballhaus, una antigua sala de baile de 1913, cuando en Berlín había cientos de estos locales. En el patio exterior, hoy un solar donde existía un edificio derribado, se puede comer muy a gusto, pero donde reside la magia es en su rótulo y en las instalaciones interiores, todo un viaje en el tiempo. Con la guerra y el desastre judio en la ciudad (Clärchens está en pleno barrio judío) no quedó local operativo y tuvo que redirigir el estilo de música a más “alemán” hasta que en 1942 la normativa de Goebbels cerró lo locales de este tipo.
La sala de los espejos del piso superior es una maravilla, lamentablemente no pude visitarla. Tarantino rodó una de las escenas de Malditos Bastardos en este local que rezuma verdad, pátina y que ojalá nunca cambie.
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