Esta escultura de bronce de Frank Meisler está instalada en la estación de Friedrichstrasse, simboliza a dos grupos de niños, uno a los 10.000 que consiguieron salvarse cogiendo trenes a otros países, el otro grupo al 1.600.000 que fueron trasladados y ejecutados en campos de concentración nazi. Meisler fue uno de esos niños que se salvó de la barbarie.
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