Antes de nada quiero poner en valor el Rock Imperium Festival. Segunda edición, mucha ilusión, un emplazamiento frente al mar y mucha gente con pasión. Muy cómodo, muy buena gestión de lanzaderas para poder aparcar tranquilamente, hierba fresquita en el suelo (gloria bendita) y excelente el tema de camisetas, merchan y consumiciones. Un querido amigo de la organización nos agasajó con todas las comodidades y apoyo, que tras seiscientos kilómetros entre pecho y espalda fue magnífico. Muchas gracias por todo de parte de estos viejos tachadores de muescas.
The Winery Dogs es un power trío de maestros, Portnoy, Kotzen y Sheehan... y cuando la gente es buena con tres es suficiente, que se lo digan a The Police o Rush. Tienen dos discos, y ya vale para hacer un excelente set list. Mike Portnoy va sobrado, casi hasta relajado... puede disfrutar, hacer coros y tocar con la mesura que impone la edad, su simpatía siempre está ahí, va en tercera, puede subir a quinta pero lo deja ahí, en tercera. Sheehan es uno de los mejores bajistas de la historia del rock, su herramienta aguamarina es un clásico, su sonido gomoso, profundo y ambiental le da una fuerza a la banda igual que la de un bulldozer, es muy bueno. Tiene setenta años y no los aparenta, una gran forma física y el placer que destila su actitud lo hacen un grande de esto de las cuatro cuerdas. Kotzen es una pasada, toca como quiere, canta fenomenal... no es el tipo más cálido y empático del mundo pero caray, estuvo hasta simpático, un trío excepcional.
Estos perros ladran de maravilla y son, en mi opinión, una de las mejoras bandas del hard rock en la actualidad, pese a ser un experimento paralelo, tener dos entregas musicales y una cortita existencia.
Fotografía: La Opinión de Murcia
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