A finales de los 60 y principios de los 70 España seguía siendo un enorme cachondeo con el tema de los derechos de autor y marcas registradas. Se editaba, sin pudor, cualquier tipo de material musical que con el sello aquel de "versión original" y sin soltar un solo duro a los propietarios de las macas, engañaba al público con total impunidad. Recuerdo aquel infame Bang-bang y tantos otros. Éste de cuentos infantiles interpretado por un grupillo de chavales es de traca, hasta se atreven con Espacio 1999, Manah-manah o Starsky & Hutch, además vendían la moto a una Caja de Ahorros y ya la cosa redonda. Las ilustraciones están realizadas por el sobrino del estafador, como mínimo.
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