Preocupado estaba yo, pero parece que nuestro veterano Paco Ibáñez sigue en la brecha, son más de 85 castañas ya, no se ni cómo lo hace. Me extraña que no haya hecho un gamberro pareado con el título de la aventura y espero que haya crítica y acidez en el asunto, y no buenismo, no espero otra cosa de los dos personajes más irreductiblemente políticamente incorrectos que quedan en las estantería de las librerías.
14 de octubre a la venta, otra gota más en la larga lista de historias largas de Mortadelo... y ésta será la 194 según mi afinado cuaderno de bitácora.
Así dice Ibáñez en La Razón: “Sigo con todo. Ya no son 20 añitos, son 80. La mano ya no va como antes, la producción será inferior, pero la cantidad de horas de trabajo son las mismas”, afirma el autor, así como subraya que “el valor de lo que hacemos está en su propia sencillez, no en lograr medallas ni en estar en museos, sino en que la gente se ría”
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