Una de las cosas más interesantes con las que me he encontrado en Daroca es con la historia. Una de las casas que visité, curiosamente, disponía de un timbre con inscripción alemana. Pregunté a qué se debía tal cosa.
Me contaron que, por lo visto, durante la Guerra Civil se establecieron en Daroca tropas alemanas, seguramente pertenecientes a la Legión Cóndor que operaban en la zona. Esta familia que se alojaba en la casa fue desalojada y dormía en la bodega del edificio, mientras el piso era ocupado por los oficiales alemanes. Los soldados germanos no tuvieron buena relación con el pueblo español, por un lado por el problema del idioma, después porque tenían estrictas órdenes desde Alemania de mantener escasa relación con los locales y centrarse en el trabajo, sus diferentes costumbres, su poco número y un carácter altivo y cerrado provocó ciertas envidias y poco afecto entre la gente.
Según me han contado al partir se llevaron consigo varias pertenencias valiosas, como mobiliario de calidad, plata labrada y casi (no pudieron sacarlo) un piano de alto nivel. Como recuerdo, además del susodicho timbre un pequeño cenicero de ASEA, que no es ninguna organización nazi, sino la antigua marca de la Compañía General Eléctrica Sueca que, por razones obvias, cambió su logomarca en 1933.
Desconozco si fue una broma de mal gusto, un desprecio de aquellos alemanes o el porqué de este cenicero tan pintoresco, lo único que se es que poco o nada quieren contarte de aquel asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario