El Café Levante es un lugar muy vinculado a mi familia desde siempre, uno de los bares más importantes de Zaragoza, decano, lleno de historia. Es famosa su ubicación original adherido a la histórica Puerta del Carmen. Depués creo recordar estuvo ubicado muy cerca, en el Paseo María Agustín, en una acera llena de historia. Allí empezamos a visitarlo, a beber su rica cerveza, comer las deliciosas gambas gabardina o degustar una extraordinaria horchata.
Ahora está ubicado muy cerca, en la Calle Almagro, al lado del portal donde viví unos años. No está en su mejor momento, seguramente porque ya no están (el tiempo pasa) aquellos dueños amables y encantadores, el Sr.Blázquez, siempre atento con una amable sonrisa, buen comercial, su esposa, diosa y señora de el tapeo y el resto de personas de entonces. Creo que sigue perteneciendo a la misma familia, la verdad es que su espacio tiene solera, algo decadente, quizás le falta una pequeña puesta al día y algo más de clientela.
Tomé la caña de rigor, la gamba de rigor y me obsequiaron con unas postales y un servilletero personalizado que guardaré con cariño. En alguna vitrina se puede ver antiguos utensilios, vajilla, cristalería, etc, de los viejos tiempos. Es un lugar excelente para desayunar en tranquilidad mientras se ojea la prensa... sentado en los viejos butacones y apoyado en una clásica mesa de marmol y forja.
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