Neal Adams, Richard Corben, John Byrne, Will Eisner, Gene Colan, Berni Wrightson..... hablamos de los pilares maestros del cómic, de los grandes artistas, los que atesoran un estilo que al abrir las páginas del tebeo inmediatamente dices "ahí está el trazo, el estilo".
Berni Wrightson ha ocupado cientos de mis horas, desde todo el monumento Creepy, etc, hasta la Cosa del Pantano, Frankenstein, muertos saliendo de sus tumbas, seres deformes, corruptos galanes del XIX, Tío Creepy (Jeremiahs), fantasmas andantes, bestias infernales, seres atormentados, o cualquier historia o personaje que fuera menester, casi siempre oscuro y bañado en el neogótico que tanto nos gusta a los seguidores de la clásica Universal, la literatura de Poe o la inovildable Hammer. La luz, la obra de BW está dominada por la luz, los fuertes claroscuros, los imponentes contrastes, las figuras, a veces horribles, que aparecen desde la profunda oscuridad, detrás de una puerta o saliendo de un pozo y que, en un momento dado, reciben un haz de luz que muestra su presencia.. Referente de la plumilla y del pincel, maestro del claroscuro y de los escorzos imposibles. Una pérdida irreparable para la familia del cómic.
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