El proceso es una cinta compleja. Welles hace una adaptación de la obra de Frank Kafka, rodeado de una brillante trouppe de primeros espadas; Anthony Perkins, Jeane Moureau, Elsa Martinelli, el propio Welles, una deliciosa Romy Schneider.
Parece un sueño, o una pesadilla agobiante de la que, en cualquier momento, podemos despertar, pero no es así. El protagonista despierta en su habitación sorprendido por dos supuestos policías que le acusan de estar procesado. Todo transcurre en una extraña sociedad de hormigas humanas, de rebaño, con situaciones claramente conceptuales, surrealistas por momentos y que hay que entender dentro de un cine que es diferente, ciertamente intelectual y hecho por alguien a quien le apasiona Kafka y, curiosamente, el estudio ha dejado trabajar, para dolor y destrucción de la cuenta de resultados.
Lo visual, estético, es asombroso. Picados, contrapicados, claroscuros pictóricos, encuadres delineados hasta el extremo, ... la fotografía es sublime. Los actores están maravillosos, son de primer nivel, no hay puntada sin hilo, ni botón sin ojal, es cine de máximo nivel sí, pero no es un plato de una tarde de verano con palomitas en el regazo. No conozco los datos pero tuvo que ser un fracaso económico de escándalo, porque la producción parece muy cara y entiendo que mucha gente no aguantara las dos horas de metraje. Yo he disfrutado de la cinta, en ascuas ante el devenir de Joseph K. Música clásica combinada con jazz del bueno. Impresionante esa casa del abogado, una delicia esa computadora o el gran salón de administrativos.
No es para todo el mundo, pero es un ejercicio artístico de gran valor. Película que me cuesta clasificar.... sueños fellinianos, una buenas gotas de Buñuel, texto de Kafka, todo el bagaje artístico de Welles y momentos de expresionismo.... un cóctel de muchos octanos. Es una peli exuberante, extravagante por pasajes y quizás una de las piezas maestras de Welles.
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