Hacía tiempo que quería conocer el famoso Sanatorio Antitubercolosis de Agramonte, un lugar que los medios y diversos colectivos han convertido en una especie de espacio perfecto para psicofonías, encuentros paranormales y demás asuntos.
Está situado a las faldas del Moncayo, en un lugar estupendo, en pleno bosque. El día nos recibió frío y gris, pero estoy convencido que tiene que ser una delicia estar en un sitio así en una tarde de verano.
Hace unos 100 años se quiso dar un impulso a la zona del Moncayo, fue en 1927 cuando se declaró la zona Sitio de Interés Nacional. Durante la Segunda República el Ayuntamiento de Tarazona cede terrenos para construir la Ciudad Montaña de Agramonte que contendrá un sanatorio, un hotel y colonias para niños... la guerra paralizó el proyecto y es abandonado el espacio. En 1938 se inaugura el sanatorio anti-tuberculosis, con Hermanitas de la Caridad de Santa Ana y enfermeras aportadas por la Ibercaja de entonces. Estaba destinado a mujeres y niños enfermos, más adelante se incorporaron hombres.
El sanatorio cierra en septiembre de 1978 ya que la tuberculosis se trata en la Seguridad Social y el edificio se abandona y dejado de la mano de Dios. Hoy presenta estado ruinoso. Pueden verse aún las habitaciones, la zon de terraza donde los enfermos "tomaban los aires del Moncayo", suelos, la antigua iglesia y toda la estructura.
Es un lugar que merece la pena visitar, en su fachada aparece la fecha de 1934, es una pena que un edificio tan estupendo en un lugar tan magnífico haya quedado en esta situación.
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