Si todavía hay que explicarle a las ciegas e ignorantes autoridades aragonesas que este tipo de construcciones icónicas son parte del patrimonio industrial e histórico de una comunidad, además de un excelente activo turístico, único en el país, es que no hemos avanzado nada.
Hoy las han derribado entre primates aplausos de autocomplacencia. Desde este humilde espacio les transmito mi abucheo más sonoro, con una mueca de tristeza en la cara.
Pero aún hay más, el otro gran símbolo de la central y la segunda edificación más alta de España, la chimenea de 343 metros de altura, también va a ser arrasada.
2 comentarios:
Vergonzoso y ultrajante.
Rubrico.
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