La verdad es que no se qué importancia, además de la mercantil, puede tener conocer la identidad sexual de un personaje de cómic. La mercadotecnia norteamericana no sabe de historia, legado, ideas conceptuales de creadores o zarandajas, lo que importa es el dólar, y Disney, el dueño del tinglado, sabe que tiene que contentar a todos los grupos de presión, además de llenar la caja.
El otro día vi la lista de las 10 películas más taquilleras en España en 2019, 8 eran de Disney Corp.
Siempre les van a criticar, siempre, hagan lo que hagan, pero saben que la cuenta de ingresos sube si incluyen todo tipo de etnias, identidades sexuales, roles, y me parece muy bien, son sus productos, uno simplemente puede dejar de comprarlos y punto. Pero lo que no me parece adecuado, para un viejo rockero de la cultura pop es que, de repente, Thor sea mujer, Green Lantern gay, o un Eterno transexual.... no se qué diría Jack Kirby. Pierden la esencia los personajes.... Yo, hoy en día, y lo digo sinceramente, no se quién es Iron Man, desconozco su nombre o raza, tampoco se el sexo de Thor, el nombre de Spiderman.... ya si entramos en Star Wars ni te cuento... entiendo que hay mercados brutales, como el asiático (aún así no lo consiguen), que requieren modulación.... pero al final uno que lee tebeos desde los 60 ya no sabe donde está, te sientes perdido y un poco triste.
Habrá que que hacer como en la Biblia, un before Disney o un post Disney.... nos quedaremos con el Henson de siempre, con Romita, Ditko, Byrne, con El libro de la Selva, el primer Pinocho, la excelente Mary Poppins de Julie Andrews, los Eternos de Kirby o cualquier anterior a las crisis del 96, cuando Marvel casi cayó en manos de Michael Jackson, aquejada de una crisis brutal, o Star Wars era una franquicia de medio pelo.
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