Siempre he defendido el arte urbano, integrado, respetuoso, provocador si se quiere, pero con cietto sentido común. Nuestra ciudad, Zaragoza, tiene excelentes ejemplos y un programa, Asalto, que promueve y pone en valor este atractivo despliegue creativo.
Pero lo que se está viendo estos días en las calles de la ciudad, lejos queda del arte urbano, más en la situación que estamos pasando, y mucho más con la que está pasando el comercio de proximidad. Aprovechar que los comerciantes y las franquicias están cerrados, sin poder abrir sus puertas, para ensuciar persianas, fachadas y entornos arquitectónicos solo demuestra que las personas que realizan semejantes afrentas, lejos quedan de ser artistas creativos y pasan a engrosar el amplio saco de los gamberros irrespetuosos faltos de inteligencia y cultura.
2 comentarios:
Vandalismo de toda la vida.
Qué raro de estos chavales que vienen que han vivido una infancia sin juguetes bélicos ni nada que pueda ofender a los lobbies ...
Es una pena, gamberros intergeneracionales..... siempre están ahí.
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