No tengo palabras ante tamaña delicatessen publicitaria, fruto de una mente, o bien preclara, o bien totalmente confundida. Ahí radica su excelencia. Lo tiene todo, juguete, publicidad, belleza y un componente bizarro. No termino encontrar el sentido a publicitar un negocio de entierros y funerales con un jueguecito de bolas con un simpático pato cantante, como es Crooning Clem. Adjunto fotografía de Pinette Funeral Home que sigue existiendo en Lewiston, Maine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario