Un lugar con mucha historia y de singular atractivo se encuentra entre Bran y Brasov, en plena Transilvania, se trata de la Ciudadela de Rasnov, con extraordinario perfil desde la carretera. Se trata de un complejo defensivo para alojar a los campesinos y nobles ante los constantes ataques sufridos en la zona por turcos y otros ejércitos.
Data del lejano siglo XIV y su posición es de privilegio. Sólo ha sido conquistada una vez y fue debido a la falta de agua, tras ello se construyó un profundísimo pozo que entra en la misma roca viva, algo increíble.
Creo que un rico italiano la ha comprado y está haciendo una recuperación lenta pero con irrespetuosos chiringuitos de souvenirs que le restan encanto. La vista desde las torres defensivas es impresionante. En 1421 ya fue asaltada por los otomanos, sin éxito, ha sido visitada por Reyes como Segismundo, Mihai Viteazul (Miguel el Valiente). Durante 3 años en el siglo XVII los habitantes permanecieron en el interior de la Ciudadela sin salir debido a las contínuas invasiones. Es a mediados del XIX cuando la fortaleza hace su última función de protección de población, siendo abandonada posteriormente.
A pié de montaña hay un divertido trenecillo que te lleva hasta la puerta evitando la costosa subida, pero la bajada andando es deliciosa. A algún descerebrado se le ha ocurrido la idea de construir a poca distancia una especie de parque de dinosaurios, que está en pleno proceso de fabricación, algo que resta categoría y nivel al lugar tan maravilloso que es.
Ojo a esa papelera "cañón".
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