El Castillo de Ambrás, además de ser un espacio arquitectónico de gran interés, tiene en su interior una curiosa cámara de cuadros y objetos realmente curiosos atesorados por Ferdinando II, Archiduque de Austria, amante de estos objetos diferentes y claro exponente de hombre renacentista, gustoso de promover el arte y la ciencia.
Contiene piezas diferentes, una colección única de retratos de personajes considerados en su momento como rarezas de la naturaleza, algunos de ellos con un hirsutismo muy chocante (cuadros del tinerfeño Pedro González), enanos, extraños seres, el primer, único y real retrato de Vald Tepes el Empalador, o ese hombre atravesado por una lanza en una justa y que, según dice, sobrevivió al trance. El esqueleto que se muestra también tiene una disposición "pintoresca", así como el hombre del gorrillo y cuerpo deforme, que se cree fue un bufón de la corte.
Podéis disfrutar de un interesante paseo por éstas y otras cosas excelente en:
http://www.schlossambras-innsbruck.at/en/
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