Murnau es uno de mis directores favoritos, toda su obra, sus 15 películas alemanas, y las 4 que hizo en Estados Unidos puede considerarse de sobresaliente, con obras maestras intercaladas.
Este Fausto está entre ellas. Adheridoo al movimiento expresionista y heredero de ese viejo romanticismo alemán siempre fascinante, el exquisito director sentó cátedra desde la originalidad, la innovación, la soberbia realización de sus obras, el ritmo y la expresión plástica tan magnífica. Todos hemos visto su Nosferatu, Phantom o Satanás, pero este Fausto basado en los textos de Göethe se incrusta de lleno entre lo mejor de su legado. La Fundación que recoge la herencia cultural de Murnau ha realizado, en col,aboración con filmotecas estadounidenses y laboratorios europeos, una recuperación de altísima calidad de las obras del amestro alemán que se pueden paladaear con una ajustadísima partitura hecha ad-hoc resultando un producto de primera división.
Efectos especiales imposibles, cambios de ubicación, clima, espacio y tiempo.... claroscuros heredados del expresionismo alemán, actuaciones extremas y teatrales (como corresponde al momento) drama sin tapujos, fanatismo religioso, incultura irracional de la plebe, superstición y crueldad. Una superproducción del momento que, un poco mas tarde, fue superada en coste por Metrópolis. Seguiremos recorriendo el pictórico paisaje de Murnau, aunque sea mudo, aunque sea en blanco y negro, aunque sea teatral, aporta y emociona más que el 99% de las vacuas producciones actuales.
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