Fue una de las industrias del algodón más grandes de Europa, ahora sabiamente reconvertida en un centro de arte donde más de 100 artistas disponen de espacios de muestra, diseño y exposición. Es admirable como en algunos lugares, antes de derribar, dan oportunidad a espacios inspiradores como éste. Bravo Leipzig. Las imágenes se explican por sí mismas. Ayuntamiento de Zaragoza, que no sabes qué hacer con Averly y otros lugares, date una vueltita por aquí anda.
2 comentarios:
Me flipan esas fábricas de ladrillo. Eran tiempos en los que los obreros y técnicos hacían las cosas con las manos y el trabajo era semi-artesanal: torneros, mecánicos, ajustadores, soldadores, delineantes, etc. Se aprendía un oficio y se valoraba la destreza del trabajador. Ahora todo se fabrica en algún país asiático y no se arregla nada. Les da la risa a las empresas cuando les dices que quieres hacer alguna reparación porque todo es para la chatarra y colocar un recambio nuevo. Así mantienen unas plantillas cada vez más menguadas para que se vaya tirando el dia a dia a trancas y barrancas, con una visión totalmente cortoplacista. Es habitual tirar a la chatarra partes sobrantes de una instalación millonaria simplemente porque ese proyecto ya está "pagado" y no hay almacenes ni recursos para gestionar y ordenar todo ese material.
Para volver al tema, en Berlin vi también una gran empresa de ese estilo junto al rio reconvertida en otros fines. Tenían una nave que era un garito techno, bares, etc. Los domingo habia un rastro también (benditos rastros berlineses).
Comparto gusto por estos espacios y comparto opinión sobre utilizar ynreparar la cosas amigo, abrazos
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