Siempre he comentado que existe una experiencia madelman muy poderosa. Los sentidos hacen que el concepto de juego sea de una forma u otra, en mi opinión Madel acertó en casi todo cuando surgió esta maravillosa figura de acción, para mi, la mejor de la historia.
Recuerdo perfectamente mi primera experiencia Madelman, también la segunda. Fueron tan impresionantes que es imposible no hacerse fans de este juguete en aquel momento. Estaba en el cuarto de estar de mi primera vivienda familiar, en una rinconera sentado, al lado de una mesa camilla. Era mi cumpleaños y mis padres tuvieron a bien sorprenderme con un Madelman Mecánico de Boxes, fue alucinante.
GRAN VISIÓN
Sorprendente packaging, que ya, de primera vista, te presentaba una extraordinaria ilustración lateral y, en el panel frontal, la figura completa con todos sus utensilios. Todavía sin abrir podías deleitarte en los materiales, innovaciones y detalles, bien pensados y equilibrados. Los ojos, de cristal, o pintados en su primera versión. Pero los de cristal eran algo impensable.
TOCANDO ALGO DISTINTO
Fabuloso coger tu primer Madelman en la mano, sensación orgánica, casi de ser vivo, por la utilización de telas y el uso de un maniquí vertebrado, movible y muy currado, con facciones y esqueleto irregular. Y como algo orgánico que es, sensación de fragilidad, de que hay que ser cuidadoso, de que no hay que forzar... y ocurren los primeros desastres.
INNOVACIÓN
Una caja de herramientas digna de un relojero ¿Puede haber algo más fabuloso? Un lápiz real para pintar en una pizarra de mecánico, guau! (A quién se le ocurriría esa maravilla) la gorra azul, el mono naranja, escudo Ferrari.... bravo!
EL TAMAÑO IMPORTA
Ya lo creo, porque la diferencia de un Madelman es que puede ir contigo allá donde vayas, metido en el bolsillo, sin problemas. Tamaño perfecto para juego en piscinas, parques, o un rincón de tu casa. Alguien tomó una gran decisión y lo hizo bien.
Y NO HACE MÁS QUE MEJORAR
Y cuando ya estás enamorado de aquel pequeño juguete que llevas a todos lados y que no tratas con la mesura y cuidado que merece, llega un nuevo modelo. Un negro!!! Jim Black, un pirata fabuloso. Ojos de cristal, mirada extraña, pendiente real, un traje insuperable... qué decir del sable, pieza de modelado formidable.... la botella de ron!!! digna de un anticuario, sensacionales correajes, unas botas maravillosas que dan estabilidad y porte a la figura.... y un catalejo.... retráctil!!!!
Luego vinieron otros, el excelente esquimal, su trineo, el trampero... con una trampa que funcionaba (pura ingeniería), el inolvidable buzo, muchas horas de piscina con él, porque ojo, funcionaba la inmersión, Dick el Tuerto o el 2001.... el jeep (puede haber un juguete mejor?) y el helicóptero (sublime y multipremiada pieza)... y más y más,
MADELMAN NÚMERO 1
Y es el juguete número 1 de nuestras vidas, por lo menos de la mía. Ahora asisto a su confirmación como pieza de culto y coleccionismo, y eso que han pasado casi 40 años de su desaparición, pero fue tal su impacto y su éxito que siguen estando en nuestras vidas y en nuestra vitrina.
¿Cómo fue tu primera experiencia Madelman? Estaremos encantados de conocerla.